No existe otra posibilidad: habitar el Metaverso implica desarrollar (en muy diferentes grados) una paranoia de caracter instrumental. El factor es contundente: es imposible escapar de un software madre que lo controla todo. Desarrollar formas de sociabilidad a partir de un programa implica proveerse de estrategias para sobreponernos a una paranoia de base, dictada no sólo por el poder casi absoluto que poseen los creadores del programa sobre lo que un usuario puede realizar (o sea, formas culturales delimitadas en las posibilidades de un software) sino y por sobre todo por las personalidades múltiples a la que cada usuario tiene acceso. Cuando se pueden construir varias vidas (virtuales) simultáneamente, resulta imperioso poner en escena estrategias que transformen la paranoia en una nueva especie de instrumento social.
Una paranoia instrumental propia de la sociabilidad en los mundos virtuales.
